Poema y libro de nuestro compañero Roger Rivero (RUEDAS DEL TIEMPO)

Ya está a la venta el primer poemario de nuestro amigo y compañero Roger Rivero (RUEDAS DEL TIEMPO) con quien celebramos este logro ,deseándole mucha suerte en esta andadura que la tendrá, sin duda alguna,por su buen hacer literario -fuera de tópicos y prejuicios-,por su constancia y por sus ganas.
Os dejamos toda la información de su libro ,portada incluida, así como un poema de su autoria por aquello de que para muestra...un botón.O podeis visitarle en sus blogs, más abajo enlazadas.


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CREADO SIN SOMBRA


Brillo
de zancas,
túneles
y orillas
fosilizadas;
brillo
de escuadras,
obsidianas
y horas flojas
pero milagrosas;
brillo,
de oraciones
fálicas,
visitas
enzimáticas
y baliza interior;
brillo,
de silabario guardián,
alas inexpertas,
y mikado ocultista;
brillo,
de blanca palidez,
edad indivisa
y del aliento que mima;
brillo
de ‘Brillos’,
que se pierden
en su cabeza
llena de pasos,
con el resplandor
de su espada
temeraria.


© Roger Rivero (RUEDAS DEL TIEMPO)

Y te quedas en mi...

Poema de Lila Manrique.
Primer lugar en el concurso de poesía erótica celebrado en nuestro foro
Tierra de poetas.



Absolutos, íntimos, e impuros. Gemidos
que se nutren de la epicúrea ansiedad
de amarnos sin recelo, sin prudencia, excelsos
en la entrega total de nuestros cuerpos.

Liados bajo el sol que fenece en el ocaso.
Instaurados en la eternidad de las estrellas,
sin prisa, con el dulce devenir de un beso clandestino.
Sin protocolos en la piel, que se unge en hierbabuena
y se adiestra en las comisuras de tu boca urgida.

No intento escribirte en versos mis vehemencias,
no es una invitación abierta, ni un desafío concreto.
Pero es el boceto final de excitación perpetua,
diseñada por tus manos, en el tálamo de mi respiro.

Y te quedas en mí, como un conserje, carcelero
de amor que me arrebata, y provoca mis sentidos.
Y te quedas en mí, en mi regazo, despertando el
universo dormido que habita en el interior corpóreo
de mi sexualidad.

©Lila Manrique

Tu pasión me tira de los ojos

Poema de Asterio Sorribes Andrés.
Segundo lugar en el concurso de poesía erótica celebrado en nuestro foro

Tierra de poetas.

La noche se escapa entre las yemas del deseo
y el acto de encender el hueco de los dioses
avanza de anhelo entre mis labios.

Tu pasión me tira de los ojos.

Revélame el secreto fecundo de la luna
y dame la noche en tu ombligo,
sí,
que habite la herencia que esboza el aire
y en este desfiladero
de agónicos metros, bésame.

Háblame,
abre tu santa obscenidad
y con este aroma de alba
siémbrame de luces la sangre.
Guíame, despacio,
poco a poco.
Guíame al iris brillante de tu miel.

Mientras, afuera, la lluvia es ajena a todo
e insiste en su pureza vertical.

©Asterio Sorribes Andrés

Aquel milagro

Poema de Pilar Martí.
Tercer lugar en el concurso de poesía erótica celebrado en nuestro foro
Tierra de poetas.

Era como espuma blanca
suave, ligera y alada...
era quiebro y fantasía,
de una oda inacabada.
Era tan pura, tan brava
que nadie logró montarla,
ni jamás hubo criatura
que pudiera mancillarla.
Más entre cálidos sueños...
de una noche de verano,
sentí su tibio contacto
y al conjuro de la luna,
dí respuesta a su reclamo.

Embriagados de pasión,
bajo aquel manto estrellado,
cuando los dos fuimos uno
llegó el fín de aquel...milagro.

©Pilar Martí



Esperándote

En medio de esta locura
estoy lleno de raíces y de sombras,
ya ves
pocas luces traspasan el alma
de esas que valen la pena.
Llueve de vez en vez
y el agua se me resbala inútilmente
no obstante que parezca un árbol
parado y desnudo
no creas todo lo que ves,
tengo la piel tranquila de las hojas de la vida
que son como espejitos
cada uno con su pequeña historia
y las cicatrices que vez en el tronco,
son frutos de los suplicios de los vientos
o de los que vinieron con máquinas a quebrarme
a sacarme por la fuerza
a moverme porque sí, porque molestaba;
pero aquí estoy
siempre estoy aquí
en medio de esta locura
lleno de raíces y de sombras
con los músculos flexibles a tus requerimientos
y soy de los que no cambian follaje
ni dejo sólo a nadie en el invierno.
Tengo una barba áspera
pero para engañar a los que se dejan,
si miras en mi cabeza
tengo nidos de pájaros puestos de sombrero.
Apaciéntate en mi un ratito
yo sé bien quién soy y donde estoy.
Descansa un poco
hubo un tiempo en que la hospitalidad era importante.
Después no sé bien cuándo se olvidó
y el sol se llevó esa memoria con el viento.
En medio de esta locura
puedes llegar a mi encuentro,
aquí estaré como siempre
en el cruce de caminos,
esperándote.

 © Sergio Cassarino

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