Guárdate en el bolsillo la sentencia
ufana timidez que te acorrala,
atiende a las gaviotas en sus nidos
disfraza con barniz a los fantasmas
arrulla los gruñidos de los viejos
libera de los hoyos la palabra,
ungiendo con aceite el infortunio
procura zambullirte entre las aguas
exalta a tus deberes con alteza.
En tardes disgustadas no conviene
premiar el abandono con amargas
urgencias de reclamos y recelos
locuras pretensiones que en el alma;
atrapan los rencores con tornillos
dejando sin sabores las espaldas,
anima con empeño lo previsto
únete con valor deja que labra
glorioso los encuentros del oficio.
Guárdate en el bolsillo los recuerdos
utopías escondidas en las llamas
átalas al costado del Cirquero
derroche de fragancias por mañanas,
atraídas por el ruido de su nombre
las arias de su voz son la templanza
unidas en el tiempo con listones,
palpables emociones en el alba
engreídas nostalgias en el embrollo.
Guárdate en la razón aquellos versos
caminos de poeta en la garganta
veredas que señalan el destino...
© Guadalupe Cisneros Villa
Monterrey NL/Dallas Tx
27/1/2011
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Desmayar la conciencia en este almendro
de pétalos alados
que se cubre de miradas ajenas
es comprobar que hay almas que transitan
Abandonar el cuerpo en la imagen del trueno florecido
que arranca de los ojos la inocencia
supone, al mismo tiempo, el grito
único testimonio de la vida
Todo se acuerda mientras se respira;
la sangre que se pone a la deriva,
el pretérito huido de una memoria transitiva
Contorno de una pasión libre en sus gestos
por donde se desata el medio día,
alcanza la visión al ser oculto,
recoge el fruto que el aire disemina entre oraciones tácitas,
detiene el paso de cualquier sospecha,
y le pone su nombre: pensamiento lloroso de alegría.
© Francisco de Amona
Levitada en vivencias con holgura,
aglutina el perfume más divino
madurado con ágapes y vino
de unas cepas de luz y de ternura.
Sus miradas, con puntos de sutura,
descubren un regalo vespertino
al traspasar la línea del destino
y citarse el amor con la aventura.
Ella aprende del árbol centenario
el empaque sencillo, su murmullo
de pájaros que emigran y regresan.
Con la bondad del tiempo, un relicario
ha cosido a los bordes del arrullo,
porque lunas y soles no le pesan.
©ELIMAR (©PILAR C. )
Hoy me he colgado del viento
he trepado hasta una nube
fabricando un aguacero
con mis antiguos dolores
y mis días sin aliento.
He ahogado los callados espasmos
los escalofríos más trepidantes
hice pira con los dolores acuciantes
me prohibí llorar y lamentarme.
Pinte nuevos colores al arco iris
dibujé las estrellas en mi lecho
de la luna copie su loco embrujo
y pacte con el sol luz y embeleso.
A las regias tormentas desafío
quebrantando las malas intenciones
rechazando los malos resultados
porque quiero vivir sin desazones.
©ROCIO
Y tú sabes que te quiero
que sin ti no vivo
que mi corazón está loco
y no lo sabe nadie.
Y tú sabes que por ti vivo
pero el universo espera en balde
con las estrellas de testigo
que te lo diga al oído.
Que en mis profundas entrañas
estás clavado con sangre
pues te entregué mi vida
cuando morí aquella tarde.
Que te amo mas que antes
pero que no pregunte nadie
porque no lo diré nunca
aunque tú me mates.
© OASIS